
Un arquetipo es un patrón o imagen básica que aparece en las historias y en el comportamiento de las personas, como el héroe, el anciano sabio o el embaucador. Los arquetipos moldean nuestra forma de pensar y actuar sin ser plenamente conscientes de ello.
La sombra es la parte de nosotros mismos que ocultamos o negamos: rasgos que nos desagradan o que evitamos. Afrontar y aceptar la sombra nos ayuda a crecer y a ser más auténticos.
La individuación es el proceso de convertirse en una persona completa y equilibrada al traer partes inconscientes de la mente a la conciencia e integrarlas.
El ánima (en los hombres) y el ánimus (en las mujeres) son imágenes internas del sexo opuesto que influyen en los sentimientos, las relaciones y la creatividad. Reconocerlas puede mejorar la autocomprensión.
La sincronicidad es la idea de coincidencias significativas que parecen vinculadas por el significado más que por la causa, como soñar con alguien que luego aparece inesperadamente.
Sí. Jung veía los sueños como mensajes valiosos del inconsciente, llenos de símbolos que revelan conflictos internos, potenciales y orientación para el crecimiento personal.
La terapia junguiana explora sueños, símbolos, mitos e historia personal. Las técnicas incluyen la conversación, el trabajo con los sueños y la imaginación activa para conectar la vida consciente con significados más profundos.
Sí. Jung estudió la religión, el mito y las experiencias espirituales como partes naturales de la psique. Consideró los símbolos espirituales importantes para la salud psicológica, no como verdades literales.